martes, 25 de diciembre de 2012

Raíces

Ocurre que a veces, 
cuando sobrevuelo los lagos de las tierras en las que nací, 
reconozco en mi reflejo emplumado 
la comisura de tu silueta. 
Y siento tus alas de marfil en torno a mis hombros,
en un abrazo con sabor a galletas de mantequilla.

Cuando miro atrás,
es tu sonrisa la que entona viejos cuentos 
esos que iluminaron mi mesilla 
las noches en las que el sudor me pegaba las plumas.

Cuando miro al frente, 
son tus manos las que escriben en los recodos de mi mirada... 
A caso no sabes, 
que cuando vuelo lejos, 
siempre siento la sombra de tus alas sobre la espalda.





domingo, 23 de diciembre de 2012

Érase una vez...


Érase una vez una pequeña estrella,
que viajó hasta la funda de tu almohada
para introducirse en los mundos oníricos
que se lleva el viento de tus párpados cada mañana.

Llegó a su destino una noche cualquiera
otra más de pesadillas sangrantes
de las que dejan en las sábanas el perfil húmedo de los sueños olvidados.

Se introdujo por tu respiración agitada
y puso su luz al servicio de tu sonrisa
con los vértices unidos en un cuenco improvisado
para recolectar los recuerdos que goteaban de tu mandíbula apretada.

En sus ojos,
cráteres de lava encendida en mil caricias,
brillaba tenue un deseo
que ardía en un susurro sobre tu pecho dormido,
se volcaba en tus labios con sabor a relojes rotos, fragmentados,
y en silenciosas tartas de queso temerosas de desvelar su secreto:
Que ganasen siempre tus dientes,
 adalides de esperanzas blancas.

Que tu hoyuelo atrapase las sombras
que te sumían en inciertos vasos de agua sin escaleras.

O que las cosquillas, te hiciesen volver siempre a ella.
  
Por el cielo de tu almohada, ha pasado un sueño fugaz…
En silencio, pide un deseo cuando su contorno se funda con la noche.


Sleeping Woman - Anuraag Fulay

martes, 20 de noviembre de 2012

Si te escribiera un poema


Si te escribiera un poema,
las rimas asonantes se enredarían con mi voz,
y mancharían el papel del espacio
en el que nos miramos.

Si te pidiera una estrofa,
las sílabas de tus besos correrían traviesas
y se alejarían de mis manos de papiro ajado,
consumido por ilegibles caricias de tinta y cera.

Por eso sólo te pido,
que me prestes tu risa
tan sólo un momento
para grabar su sonido en el dorso de mis sueños. 


lunes, 3 de septiembre de 2012

Tu voz



Aún hoy me pregunto
por qué tu voz resbaló entre mis manos.
Se deshizo contra el suelo en mil murmullos
que ya nunca volverán a articular mi nombre. 

Munch

miércoles, 22 de agosto de 2012

Lejos


Lejos, muy lejos.
Aunque tu nombre me rasgue las costuras
con el filo de unas letras que pesan en el estómago,
te llevarás tus juegos de alcobas y máscaras blancas,
lejos, muy lejos.

No necesito tu risa, ni ella a mí,
sólo el eco desdentado del futuro
nos mira ya desde el espejo,
lejos, muy lejos,
donde las lágrimas forman cristales salados
entre tu cuello y mis labios.

Esfuerzos vanos por esculpir el futuro con aire
que se escapa entre las rendijas de un corazón distante
que se esconde en una sonrisa tierna
lejos, muy lejos de mis pasos. 

Magritte

miércoles, 18 de julio de 2012

Su risa


Escuché Su risa en el fondo del armario
y los recuerdos abrieron la puerta allanando mis quejas.
Allí sólo encontré tu mirada jugando con el tiempo,
entre jirones de lágrimas desnudas que fingían ser sonrisas.


Te abrazaste a mí y besaste el rubor de mi miedo.
Agarré con fuerza tu cuerpo contenido,
para no hallar en tu mirada el reflejo de mi impotencia,
                                                                                  el olor de tu silencio.
Sólo me abrazaba a una promesa equivocada,
                                   mentira travestida entre verdades temerosas.


Intenté arrancar los jirones de tu abrazo de mi piel,
pero sólo Su risa surcaba mi cuerpo,
mientras el armario, de nuevo, vestía lágrimas para limpiar tu ausencia. 


jueves, 15 de marzo de 2012

Cartas



Puedo poner las cartas sobre la mesa,
dar un paso al frente hacia el abismo de la distancia,
la que separa tus sábanas de las mías
                                   a cientos de kilómetros que huelen a anhelo incinerado.

Puedo nadar en el mar de tus palabras
hasta que no me haga falta sacar la cabeza para respirar prudencia,
sólo por ahogarme en el perfil del presente
                                   en el posible aroma de tu pelo.

Pero Yo ya dejé de creer en las partidas victoriosas,
en los mares navegables a brazada partida.
Yo dejé de esperar tu boca desdibujada cada mañana,
Yo dejé las ilusiones marchitarse en un jarrón de agua turbia
Yo… ¿las dejé?




martes, 6 de marzo de 2012

El hogar de los sueños


Las luces se han apagado
pero una luminaria ha surcado el abismo de las horas
y he visto elefantes surgir de las palabras.


Las luces se han apagado
pero un brillo de hada ha quemado el silencio de la noche
y han volado seres sin vista hasta mi ventana.


Las luces se han apagado
pero tu sonrisa ha naufragado con mis labios hasta el hogar de los sueños,
donde la ceniza de la vida
                                  germina en plumas de colores.


Salvador Dalí

martes, 21 de febrero de 2012

Lluvia

Dedos de cristal helado
palpan a la tarde fría.
Dedos de cristal helado
rasgan niebla de agonía.
Palideces y nostalgias...
En la página del día,
dedos de cristal dibujan
rutas de melancolía.

-Elisabeth Mulder-

jueves, 16 de febrero de 2012

Adivinanzas


En el compás del futuro,
                               sólo escucho el eco de mi perfil desnudo
solitario, flotando sobre unas nubes prestadas.

Mientras del aroma del pasado emanan alcobas vacías,
promesas raídas, entonces
¿A qué huele el destino?