¿La vida está escrita en nuestras manos?
Me preguntaste
Esperando una certeza, una promesa.
La vida deja cicatrices en las palmas, en las yemas.
Porque vivir es arar la piel y el tiempo.
Pero la sangre fluye, siempre fluye
y baña las rías que dejan las noches sin dormir,
las madrugadas densas.
Cuando para, pone el punto y final
con un beso de tinta roja y silencio.
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