miércoles, 29 de mayo de 2013
miércoles, 8 de mayo de 2013
La sencillez de tu piel
Qué sencillas tus manos,
tus dientes que escapan a mis labios.
Qué sencilla tú en mí,
tu voz en mi nuca,
tu pasado en mi frente.
Qué sencilla tu respiración en mi garganta,
tu duda en mi pecho.
Qué difícil mirarte de frente,
proyectarte en un pensamiento,
ahogado,
aterido contra las cuerdas del tiempo ausente.
Qué difícil no esperarte,
de espaldas,
con la seguridad mal ceñida al busto.
Más difícil esperarte,
con una sonrisa silente,
y las pupilas mal atadas.
Está tan oscuro aquí dentro,
que me deslumbra la sencillez de tu piel,
hipocampo perdido en la orilla del deseo.
tus dientes que escapan a mis labios.
Qué sencilla tú en mí,
tu voz en mi nuca,
tu pasado en mi frente.
Qué sencilla tu respiración en mi garganta,
tu duda en mi pecho.
Qué difícil mirarte de frente,
proyectarte en un pensamiento,
ahogado,
aterido contra las cuerdas del tiempo ausente.
Qué difícil no esperarte,
de espaldas,
con la seguridad mal ceñida al busto.
Más difícil esperarte,
con una sonrisa silente,
y las pupilas mal atadas.
Está tan oscuro aquí dentro,
que me deslumbra la sencillez de tu piel,
hipocampo perdido en la orilla del deseo.
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Verónica del Hoyo - El delirio de Betsabé |
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