El Abismo
Es entonces,
cuando miro desde el precipicio
de tu espalda
que siento vértigo en la
garganta.
Por eso, por no poder hablarte,
la respiración se vuelve vaho
opaco,
en procesión desde mis labios,
hasta el contorno de tu columna.
Resbala despacio con el sonido
apagado de palabras de papel
que no te alcanzan…
barcos blancos que se hunden en
tu vientre,
resaca en el tiempo de tu piel
hecho caricias.
¿Qué hace saliendo de mi boca
oxidada?
Cómo decir después del desierto,
que siento tormentas de aire,
olas rotas en pie,
la corriente que enciende a la
vez las luces de mi ciudad.
Siento un amanecer a escondidas
entre las sábanas de tu tacto,
la humedad del miedo cuando, por
fin, desnudo mi silencio:
que quizás
ya no quiera bajarme del abismo
de tu espalda.
Miguel Garrido Jiménez |
léase mejor con "el dulce abismo" de silvio...
ResponderEliminarcon una niurka gonzález q se sale a la travesera
http://www.youtube.com/watch?v=FRPS9D-aVxc
trb