Un, Dos, Tres...



Hoy he contado hasta tres. He contado dos veces hasta tres: la primera deprisa, sin pensar, con el aliento retenido entre los dientes. Después me he sentido vacía, así que he vuelto a empezar la cuenta, pero esta vez despacio, sintiendo los números fundirse con mi respiración, disfrutando sus cadencias al sonar en el eco del cuarto vacío. Entonces me he dado cuenta, justo al decir tres, de que en mi vida todavía no he pasado de la primera cuenta. 


Comentarios

  1. Jajajajajaja... Pues claro... tienes un montonazo de cosas que hacer, que vivir, que disfrutar...

    Yo diría que vas por el 1 de la primera cuenta, como mucho, jejejejejeje...


    Besos,
    Carmen

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  2. Gracias Carmen! estaría bien poder empezar por la segunda y vivir sin tener que aprender a disfrutar de ello.
    Muchos besos

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  3. Es muy hermoso, una gota de fuerza y esperanza contra las sombras.
    M. Carmen

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  4. Siempre hay que aprender, mi niña, y aprender a disfrutar y a ser feliz probablemente sea el aprendizaje más difícil, pero el que más merece la pena. Lo importante es que cada vez que digamos tres lo paladeemos un poquito más, hasta sacarle todo el juego.

    Mil besos

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