Su risa


Escuché Su risa en el fondo del armario
y los recuerdos abrieron la puerta allanando mis quejas.
Allí sólo encontré tu mirada jugando con el tiempo,
entre jirones de lágrimas desnudas que fingían ser sonrisas.


Te abrazaste a mí y besaste el rubor de mi miedo.
Agarré con fuerza tu cuerpo contenido,
para no hallar en tu mirada el reflejo de mi impotencia,
                                                                                  el olor de tu silencio.
Sólo me abrazaba a una promesa equivocada,
                                   mentira travestida entre verdades temerosas.


Intenté arrancar los jirones de tu abrazo de mi piel,
pero sólo Su risa surcaba mi cuerpo,
mientras el armario, de nuevo, vestía lágrimas para limpiar tu ausencia. 


Comentarios

  1. Buenísimo, Marta.
    Tiene muchísimima fuerza.
    Sí, a veces, necesitamos que las lágrimas nos limpien y limpien muchas cosas...

    Mil besos

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  2. Muchas gracias Bego... Sí, yo también soy partidaria de las lágrimas. Me he dado cuenta de que no he puesto la palabra "palabras", eso es toda una innovación :)

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  3. Jajajaja, recuérdalo para la próxima visita a la radio.
    Sí, que corran las lágrimas para dejar espacio a la risa.

    Mil besos, preciosa

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